sábado, 27 de septiembre de 2008

TERIMA KASIH BALI 2

4 de agosto de 2008.

Ya llevamos seis días en Kuta y empezamos a estar estresados. Ayer decidimos que por el bien de nuestro viaje y de nuestra salud mental debemos partir hacia el sur en busca de los míticos spots de surf: Balangan, Bingin, Impossibles, Padang Padang y Uluwatu. Alejarnos de la globalización, del consumismo, de los atascos, de las discotecas llenas de australianos borrachos, de los outlet de surf y de la conexión a internet.

Nos levantamos a las 8h para ir a darnos un bañito rápido en Kuta Beach. Tras un par de horas de surf guarrete, regresamos al hotel para darnos una ducha, hacernos las maletas, preparar el boardbag y hacer el check out. Mientras esperamos el taxi, almorzamos y escribimos algún mail a la familia y amigos para que sepan que estamos bien y que vamos a estar unos días aislados y sin comunicarnos con ellos. El taxi nos recogerá a las 13.30h en el hotel para llevarnos a Balangan. Allí buscaremos alojamiento en algún warung. Los warungs son cabañas hechas de maderas, cañas y si tienes un poco de suerte algo de cemento. Serían el equivalente a un bagpacker, motel o pensión.

Ya estamos en el taxi camino de Balangan. Johnny, nuestro taxista nos ha pedido 300.000 Rp por un trayecto que dura entre 45 minutos y una hora. Al final nos lo deja por 250.000Rp. Días más tarde nos daremos cuenta de que aunque nos pareció barato, era caro. Johnny no es muy hablador pero eso no nos impide acribillarlo a preguntas, y está claro que con semejante acoso y estando en minoría, no le quedaba otra que soltarse. Soltarse hasta tal punto, que si no le paramos los pies al día siguiente me conseguía una chica para casarme.

El paisaje denota más pobreza que en la ciudad, aunque está lleno de contrastes. Carreteras en mal estado, con socavones, casas muy pobres con gallinas y vacas comiendo en las basuras. Perros desnutridos y sarnosos. Y de repente un súper resort de lujo! El mundo al revés!

Por fin llegamos a Balangan. No podemos avanzar más con el coche. Estamos en lo alto de una pequeña montaña, pero no podemos ver ni la playa ni los warungs. Lo único que vemos es un resort llamado La Joya en el que nos piden 800.000Rp por habitación, es decir unos 60€ que ni de coña estamos dispuestos a pagar. Todavía nos quedan 24 días en Bali y no nos podemos permitir esos lujos.

Aunque no los vemos, sabemos de la existencia de los warungs. De modo que la única posibilidad, es que estén a pie de playa. Decido bajar a buscarlos mientras Sergi, Carlota y Johnny me esperan con las maletas y el boarbag.
Rodeo el resort y llego a una explanada con unas cuantas vacas pastando. Mientras analizo la situación por si me toca correr unos San Fermines improvisados, no soy consciente de la belleza que me rodea. Es entonces cuando alzo la vista y se me corta la respiración. Una playa preciosa de arena blanca, con palmeras, cabañas y un acantilado lleno de árboles que penetra en el océano y desde el que rompen olas perfectas e infinitas.



Bajo hasta la playa y empiezo a preguntar en los warungs si tienen alojamiento. Voy preguntando uno por uno y todos están llenos. En uno me dicen que tienen una habitación libre y le pido que me la enseñe. Es macabra! Hace 2x2 metros, con un colchón en el suelo, una mosquitera colgada del techo, sin ventilador y sin ventanas. Y me pide 40.000Rp unos 3€. Seguro que en la peor cárcel de Indonesia tienen habitaciones mejores. Sigo buscando sin suerte y cada vez quedan menos.

Por fin lo consigo! Tienen 2 habitaciones libres y me piden 90.000Rp por cada una. Está claro que no estoy en condiciones de regatear. Me las enseña y me parecen geniales. Justo lo que buscábamos! Casi le doy un abrazo a la mujer.
Video de los warungs y la playa de Balangan


Subo corriendo a buscar a Sergi y a Carlota. Me muero de ganas de darles la buena noticia y de que vean la belleza del lugar. Además deben estar preocupados porque entre unas cosas y otras ya hace rato que me fui.
Al encontrarme con ellos no puedo ocultar mi cara de felicidad.
Siento el retraso chicos, me ha costado un poco pero…Tenemos alojamiento!
El sitio es increíble, vais a alucinar.
Decido no seguir con los detalles. No sería justo privarles de las mismas sensaciones que yo había podido experimentar al contemplar toda aquella belleza por primera vez.

Johnny, nuestro particular taxista, había permanecido todo el tiempo junto a Sergi y Carlota. Supongo que algo tendría que ver que todavía no le hubiéramos pagado las 250.000 Rp del trayecto. Una vez liquidada la deuda, nos despedimos y le dimos las gracias, no sin antes recordarle que no era necesario que me consiguiera una balinesa para casarme. El matrimonio no entraba dentro de mis planes estas vacaciones.

Cargados con el boardbag y las bolsas, Nos dispusimos a bajar la ladera camino de la playa. No iba a resultar nada cómodo bajar con todo aquel peso por ese camino de cabras, bajo aquel sol de justicia. Era la última prueba antes de llegar a nuestro pequeño paraíso particular.

Al llegar a la explanada de la vacas, paramos a descansar unos minutos. Entre risas les comentaba que parecían mansas y que no nos tocaría correr, pero lo único que me importaba era ver la expresión de sus rostros cuando levantaran la vista y vieran la belleza del lugar. El momento no se hizo esperar. Y la verdad es que valió la pena.
Que razón tiene la frase… Happiness only real when shared

Por fin! Nuestro nuevo hogar de ahora en adelante!
El warung lo regenta Made, un balinés de pelo largo, súper flaco y lleno de tatuajes. Su principal ocupación es reparar tablas de surf durante todo el día en la parte trasera del warung. Su hermana que también se llama Made se encarga de las habitaciones y la cocina. Su marido le ayuda con las compras. Tienen dos niños, Doi de 4 años y su hermano mayor de 14. En el negocio también reciben la ayuda de Sri, una chica musulmana de la isla vecina Java. Sri ayuda a Made en todas las tareas. Parece súper joven y muy tímida, pero tiene una sonrisa permanente dibujada en su rostro.
Una vez hechas las presentaciones, nos enseñan nuestras habitaciones y las diferentes estancias del warung. Para ser sinceros, el lujo brillaba por su ausencia. Pero ni entonces ni ahora ninguno de nosotros lo hubiera cambiado por el mismísimo Four Seasons.

Había una pequeña cocina, 3 mesas pequeñas de madera, una tarima cubierta con dos hamacas en plan chill-out, el bar eran dos neveras de plástico llenas de hielo cervezas y refrescos.

Las habitaciones tenían una pequeña terraza cubierta y común para todos. Desde la cual se podía disfrutar de una vista privilegiada en compañía de una buena cerveza, un libro o una canción.

Video de nuestra terracita y sus vistas

Video de nuestro chill-out restaurant

Viaje al centro de la tierra WC


El cuarto de baño estaba en la parte trasera. Consistía en una taza de watter y un cubo lleno de agua con un cazo para ducharse y para usarlo de cisterna. Solía estar siempre limpio… es lo que tiene hacer un 2x1.

Nuestro nuevo hogar era perfecto! Exactamente lo que estábamos buscando.

Ya estábamos más relajados y eso se notaba en nuestras caras. Brindamos con unas Bintang (cerveza local) bien frías para celebrar nuestra nueva etapa del viaje. Al querer pagarlas, Made nos dijo que no, que teníamos que poner nuestro nombre en una libreta que estaba siempre encima de la misma mesa e ir apuntando cada vez que tomemos algo. Bali y su cultura seguía fascinándome, esas personas confían en la buena fe y honradez de todos, sin tener en cuenta, procedencia, color de piel o religión. Tenemos tanto que aprender…
De ese modo, se inauguraba en la libreta del Warung Caracol una lista de consumo encabezada con el nombre Dani BARCELONA.


Made, el chico de los tatuajes y propietario del warung, estaba sentado en el porche con la mirada perdida en el horizonte. Parecía como si estuviera esperando el gran swell. Sergi se acercó de manera prudente y le preguntó acerca de las condiciones, olas, mareas, etc.. Tras un rato hablando con él, al comentarle que éramos de Barcelona, sonrió y nos dijo que hacía unos meses había conocido un chico de Barcelona que era cocinero. Guillem! Es increíble! Qué gracia, estábamos siguiendo sus pasos.
Guillem durante el invierno se fue a hacer una especie de vuelta al mundo, para aprender cocina y cultura de otros lugares, y uno de sus destinos fue Bali.
Os adjunto el link de su blog porque es alucinante.

http://web.mac.com/guillemchumilla/http%3A__web.mac.com_guillemchumilla/Home.html

Tras el merecido descanso, decidimos ir hasta Dreamland. Con marea baja se puede ir caminando desde Balangan. Se tardan aproximadamente unos 10 min, mientras que en coche es una media hora. Dreamland, como su nombre indica, es una playa preciosa, donde pueden practicar el surf gente de nivel más básico, ya que las olas rompen sobre fondo de arena y no hay peligro de golpearse contra el reef. De todos modos, eso no quiere decir que las olas no tengan fuerza y si hay tamaño es mejor no confiarse. Una de las cosas que nos impactó, aunque ya nos lo habían advertido, fue la construcción de un mega hotel a pie de playa. Un enorme esqueleto de hormigón se levantaba a nuestros pies rompiendo de forma espantosa la belleza del lugar. Está claro que el turismo y el progreso han dañado y seguirán dañando esta isla, sin que nadie le ponga freno.
Ya de regreso, en el warung y mientras escribo estas líneas, detengo mi bolígrafo para presenciar una de las puestas de sol más bonitas de mi vida.
Antes de cenar conocemos a Mauro, un chico italiano de 29 años que lleva ya un mes y medio en Bali. Mauro también está instalado en nuestro warung pero como está todo completo duerme en el suelo de la zona “chill out”. Es decir, al raso. Sin paredes, ni ventanas, ni ventilador, ni mosquitera. Únicamente con un colchón tirado en el suelo y una sábana. Que no os de pena Mauro, en mi opinión tiene la habitación más lujosa del mundo. Con el Océano Índico a sus pies y las estrellas sobre su cabeza.
Tomamos unas cervezas justo antes de cenar. Nos cuenta que vive en Milano y que surfea en Sardenya, ya que su padre es de allí. Es ingeniero y tenía un buen trabajo en Milano. Pero un día decide que quiere viajar, conocer mundo, surfear y disfrutar de otra de sus pasiones, la fotografía. Lo deja todo e inicia su viaje. Perú, Bolivia, Costa Rica, Panamá, Hawaii, Australia, New Zealand…
Cenamos y seguimos hablando durante horas. Siempre en inglés, con lo que me doy cuenta que sin querer ha sido una de mis mejores clases. He practicado, he entendido y he disfrutado. Lo nunca visto! Ni academias ni hostias! Viajar es la única manera.
Mientras Mauro nos cuenta su viaje, se me cae la baba. Parece una persona super tranquila y serena. Transmite algo que sólo se aprende viajando. Viajando solo. Sin lujos. Sin hoteles ni reservas. Sin horarios ni fechas. Abriendo tu mente al mundo.

Si queréis disfrutar de su viaje y de sus fotografías: http://www.mauroladu.com/

Te mando un fuerte abrazo Mauro! Grace Mile!

5 de agosto 2008
Nos levantamos con la luz del amanecer y el sonido de las olas. Son las 7h y las olas rompen perfectas. Están más pequeñas que ayer pero tenemos que esperar. La marea está baja todavía pero las ganas nos pueden. Sergi y yo decidimos entrar. Mauro ya hace un rato que ha entrado. Caminamos casi hasta el line up. La ola es muy rápida y el take off (ponerse de pie) ha de ser perfecto. Tras unas cuantas revolcadas me doy cuenta que hay profundidad suficiente como para no tocar con el reef. Eso me da más tranquilidad. Sergi es el primero en empezar a pillarle el truco a la ola y se corre unas cuantas bastante buenas. Yo sigo sin enterarme mucho de la película. A la rapidez de la ola debo sumarle que voy de backside (de espaldas a la ola) y eso no me ayuda para nada. Por fin, consigo coger unas cuantas olas divertidas. Tras un par de horas salgo y le digo a Carlota que entre, la marea está alta y no hay peligro.
Me tumbo a descansar sin dejar de observar a los surfistas que quedan en el agua, en ese momento veo a Sergi coger una buenísima, me levanto y grito mientras la corre a toda velocidad. Recorre más de 50m. Ha sido buenísima! Estoy tan emocionado como él. Levanto los brazos para felicitarle e intercambiamos una sonrisa.
Después del surfing comemos y nos estiramos a leer. En menos de media hora estamos los 3 dormidos.
A la tarde con la marea baja vamos a Dreamland. Las olas no están buenas y la verdad es que personalmente no disfruto nada. Regresamos al warung para ducharnos y cenar. A las 21h ya estamos durmiendo, mañana nos espera más surfing.

6 agosto 2008
7h empieza un nuevo día en Balangan. Las olas parecen más pequeñas que ayer. Decidimos desayunar tranquilos y esperar a que suba la marea. Aparece Mauro que había ido a pasar la noche a Kuta y entramos los cuatro a hacer surf.
Hoy he tenido un pequeño roce con Carlota mientras desayunábamos. La verdad es que hace días que me lo esperaba. Los dos tenemos un carácter fuerte y tarde o temprano tenía que pasar. Pero ya está todo arreglado.

Después de una sesión de surf demasiado larga para lo que en realidad daba de sí el baño. Nos duchamos y comemos algo. Luego relax, un poco de lectura y caigo dormido. Que mala vida! Ehhh?
Me despierta el ruido que hace Doi mientras juega con una lata vacía de whisky. La llena de piedras, hace ruido, la vacía y vuelve a llenarlo. Igualito que los niños de aquí…A su lado está su mama Made, Sri y dos niñas super guapas. Una de unos 3 añitos y otra de unos nueve que es absolutamente preciosa.
Me siento un rato con ellos y les observo. Made y Sri están cortando cebollinos en un recipiente de plástico con unos cuchillos. Cuando terminan dejan el recipiente con los cuchillos y algunos cebollinos. Los dos niños más pequeños cogen los cuchillos y se ponen a imitar a los mayores. Se me ponen los pelos de punta, no salgo de mi asombro. Los cuchillos son enormes y están muy afilados. Se podrían cortar sus pequeños dedos como si fueran cebollinos y a mí el corazón me va a mil pero no me atrevo a decir nada. Los mayores están cerca y se muestran indiferentes. Me parece increíble pero está claro que en occidente superprotegemos a los niños desde que nacen y creo que nos pasamos. No es de extrañar que salgan algunos medio tontitos. Tampoco sé si el otro extremo es la mejor opción pero aquí los niños se caen y se levantan, juegan con cualquier cosa y de pequeños imitan el trabajo de sus padres para poder ayudar lo antes posible.

Por la tarde más surf con Sergi en Balangan, puesta de sol y a esperar la cena. Hoy nos van a preparar una barbacoa de pescado. A la mañana fueron a comprarlo al puerto de pescadores. Por la tarde Made y Sri estuvieron preparando todo, por eso cortaban cebollinos. El marido de Made ha preparado el fuego con una barbacoa de metal en la playa. Cenaremos Carlota, Sergi, Mauro y yo. Al final también se une Fabio.
Fabio es un chico brasileño de Sao Paulo que se dedica a la fotografía. En Brasil tenía un buen trabajo y se ganaba bien la vida como fotógrafo. Pero la ciudad le agobiaba y necesitaba viajar. Siempre con la presión de sus padres diciendo… Fabio, tienes 30 años. Deja de jugar con tu vida y compórtate como una persona adulta.
Ahora estaba viviendo en Bali y se buscaba la vida haciendo fotos subacuáticas a los surfistas que van llegando a la isla.
La barbacoa ya está lista! Nos han preparado una mesa enorme llena de todo tipo de pescado, marisco, arroz, verduras, fruta… Al sentarnos en la mesa, Carlota y yo nos miramos y sin decirnos nada tenemos la misma sensación. Vamos a disfrutar de todos esos manjares mientras la familia balinesa está sentada en un rincón del warung mirando. Al hacer el comentario, Fabio y Mauro nos dicen que no nos preocupemos. Aquí es siempre así, no pasa nada. Pero igualmente decidimos que vamos a hacer otra barbacoa en los próximos días pero esta vez les diremos que la condición es que la disfrutemos todos juntos.
La cena transcurre entre inglés, castellano y portugués. Es divertido mezclarlo todo.
Hablamos de la vida, de los viajes, de nuestros sueños, del surf, etc…
Otra noche más el sonido de las olas me acuna antes de quedarme dormido en mi habitación.

7 agosto 2008

Esta madrugada las olas han rugido más de lo normal. Espero despertar y ver ese Balangan que llevo días esperando. Son las 7:00h miro desde mi ventana y veo que está igual que ayer. Me vuelvo a la cama media horita más. Tras mi ratito de gloria, bajo a desayunar. Sergi y Carlota ya han terminado. Me pido un banana pancake y mientras lo termino Fabio nos propone hacer una pequeña excursión para enseñarnos un templo construido dentro de una cueva. Está muy cerca y se puede ir caminando.

Mientras subimos una pequeña montaña camino de la cueva, vemos algo asombroso. Un anciano al borde de un acantilado cortando unas hierbas que va depositando a su lado haciendo pequeños montoncitos. Sólo de mirar ya me da vértigo. Un pequeño descuido o resbalón y caería unos 50 metros al vacío. Justo cuando nos acercamos, el anciano está terminando y se dispone a recoger. Le preguntamos que es lo que está recogiendo y si es tan importante como para que se juegue la vida. Él nos sonríe sin dar importancia al riesgo de su trabajo y nos explica que es una planta medicinal muy valorada por la gente.

Ya hemos llegado. El santuario es una cueva natural que está situada en la cara del acantilado que da al mar. La entrada es estrecha y hay que ir agachando la cabeza para no darnos con el techo. Una vez dentro te das cuenta del porqué la gente del lugar ha convertido la cueva en un templo de meditación y oración. Las vistas que ofrecen las ventanas naturales que hay en la roca no dejan indiferente a nadie. A una altura de unos 50 metros se puede ver el infinito del mar y la brisa se cuela dentro de la cueva creando un silbido suave que aumenta la sensación de paz. Tres o cuatro pequeñas figuras religiosas rodean la cueva. Descansan sobre pequeños altares de roca y representan diferentes dioses de la religión balinesa. Todas tienen ofrendas. Flores, comida y algunas monedas.
Parece que la cueva tiene una zona interior más oscura y estrecha. Nos adentramos y descubrimos un altar con una gran figura de un Budha también rodeada de ofrendas. Este lugar de la cueva realmente parece muy especial. No puedo evitarlo y con todo el respeto del mundo me siento unos minutos delante en silencio a meditar y dar gracias por las experiencias tan buenas que nos está aportando este viaje, su gente y su cultura. También le pido que nos cuide y nos proteja a todos los días que nos quedan.
De regreso al warung nos encontramos con Mauro que acaba de llegar de Kuta. Al poco ya estamos todos de nuevo en el agua haciendo surf. También aparece Jared, un chico de New York que conocimos el día anterior en Dreamland. Ya se que suena raro un surfista de New York, pero para ellos les suena igual de raro un surfista de Barcelona. Ellos surfean en Long Island que recibe directamente los sweells del Atlántico. En cambio nosotros vivimos en un puto mar cerrado. O sea que cuando os encontréis un surfista de New York no pongáis la misma cara de ignorante que puse yo. Y si vuestra novia/o os obliga a ir alguna vez de compras, no olvidéis que podéis llevaros la tabla y eso sí, un buen neopreno.
Volviendo a Jared. Nos contó que trabaja para una ONG y que está en Bali por unas semanas descansando de un proyecto que están haciendo en Laos. Es bastante simpático y habla bastante bien español ya que vivió durante algunos meses en Sevilla.
Tras dos horas de surf, hay una sensación que me persigue. Sigo sin conseguir la ola soñada! Pero llegará, sé que llegará!
Comemos, siesta, relax, cenita y a dormir a las 21:00h.

8 agosto 2008
Me levanto a las 7:00h la marea está muy baja todavía, creo que voy a dormir un ratito más. A las 8:15h desayuno rápido y me voy con Sergi al agua. Hay poca gente y tenemos que aprovechar. Después del baño, tengo una muy buena sensación. He cogido olas buenas y sin el estrés de la gente que es lo más importante.
Hoy queremos ir a Uluwatu, la mítica ola. Pero estamos sin medio de transporte y Made no nos ha podido conseguir las motos que le habíamos pedido. La única forma es que nos pida un taxi. Tras media hora de espera en el warung, aparece nuestro taxista. Menudo personaje! Parece el Gran Wyoming balinés. Es súper curioso, se llama Wayam Bari, habla de una manera súper divertida repitiéndolo todo y su coche no tiene desperdicio, parece un bazar chino con ruedas. Cerramos el precio por 230.000 Rp ya que nos lleva y luego a la tarde nos viene a recoger para acompañarnos al templo de Uluwatu y ver la ceremonia. Nada más salir de Balangan dirección a Uluwatu atravesamos un enorme club de golf de lujo. El contraste de este tipo de cosas con el entorno es brutal, pero el avance de las inversiones turísticas en la isla es imparable.
Tras una media hora llegamos a Uluwatu. La primera impresión es bastante decepcionante. Hay un pequeño aparcamiento con una caseta donde unas cuantas mujeres te intenta vender de todo y te piden dinero por el parking. Luego hay que bajar un montón de escaleras hasta llegar a la zona de los warungs. Los warungs se amontonan encima de un acantilado desde donde se ven las diferentes secciones de la ola. Por fin la tenemos frente a nosotros, no es un día grande pero el lugar impone mucho respeto. Es un santuario del surf lleno de leyendas e historias de días imposibles con olas enormes, donde sólo los elegidos pueden entrar. Estamos en uno de los salientes del acantilado encima de una especie de mirador hecho con maderas, desde aquí la vista es privilegiada. Hay un par de fotógrafos balineses con unos objetivos alucinantes tirando ráfagas de fotos a todo lo que se mueve. Enseguida nos damos cuenta que es un negocio, su fuente de ingresos. Hacen fotos a los surfistas y luego se las venden. En el agua hay un nivel alucinante, sólo hace falta quedarse unos minutos observando para ver todo tipo de maniobras, giros, tubos, etc…En cada una de las secciones puede haber 30 ó 40 personas fácilmente y a cual más bueno. El ambiente fuera del agua tampoco tiene desperdicio. Un montón de surfistas la mayoría australianos, tatuados, llenos de cicatrices, bebiendo cerveza mientras miran las olas.
Por suerte y por el bien de este deporte y de mis ojos, también había un buen grupo de chicas. Todas rubitas, piel bronceada, con sus bikinis Roxy, sus tablas súper pros llenas de pegatinas y madre mía que giros en el agua, que nivel! Este debe ser el cielo de los surfistas cuando se mueren. Ya sabes barbas! Cuando me muera me mandas aquí.
Comimos cualquier cosa en un warung y bajamos las escaleras que llevan a la famosa cueva de Uluwatu. Es por el único sitio que puedes acceder al pico, también es por donde se sale del mismo. A todo esto tienes que sumarle las fuertes corrientes y los cambios de marea. Es decir que puedes entrar a hacer surf caminando por la cueva y luego al salir entrar remando con la tabla dentro de la cueva hasta casi las escaleras. Como todo Uluwatu y Bali en general, la cueva también está llena de misterio, historias y leyendas. El año anterior a nuestro viaje nos contaron que una chica italiana murió al intentar salir y ser golpeada por una fuerte ola contra el techo de la cueva.
A las 17h nos vino a buscar nuestro taxista Wayam Bari para llevarnos al templo de los monos de Uluwatu donde representan con la puesta del sol la danza del mono o Kechack. El baile representa una de las historias del Ramayana (libro épico muy importante el la literatura india) cuando Rawana capturó a Sita y tuvo que ser rescatada por ejército de monos. Los bailarines se colocan formando círculos y mientras bailan haciendo movimientos como en trance lanzan sonidos de forman conjunta. En el centro se coloca Hanuman, general de los monos y un narrador relata la historia.
Bajo mi punto de vista es un espectáculo bastante turístico, creo que es más emocionante el paseito que das por dentro del templo antes de llegar a la representación, ya que está plagado de monos hijos de puta que te intentan robar todo. Eso si que no está preparado. Actúan como delincuentes organizados, y si llevas collares, pendientes, gafas, cámaras de fotos, etc… eres un blanco seguro.

9 agosto 2008
Desayunamos sin soltar nuestros respectivos libros de las manos. Carlota se ha traído el último de Harry Potter, Sergi La Ombra del Vent y yo Hacia Rutas Salvajes. Sergi para no tener el hábito de la lectura está realmente enganchado. Ya le dije yo que le gustaría, es uno de mis top 10.
Hacemos un bañito antes de comer, ya que la marea ha estado muy baja toda la mañana. La verdad es que ha sido un baño bastante malo. Comemos y tarde de relax. Sergi y Carlota entran a darse otro baño.
A última hora del día Sergi y yo junto con Francisco, un nuevo amigo portugués bastante majo, nos damos el último baño del día. Está muy glassy y hay poca gente, pero como siempre las olas están rapidísimas. La última ola del día, cuando el sol ya estaba a punto de esconderse tras horizonte ha sido genial, increíble, de lo mejor del viaje de momento. Que buena sensación me queda. Salgo con una sonrisa de oreja a oreja.
Tras la cena nos retiramos pronto a descansar. Mañana tenemos que ir temprano a Kuta. Llegan Jordi y Enric. A partir de ahora toda esta historia será cosa de cinco.
Bona nit!

10 agosto 2008
Hoy Balangan ha amanecido precioso. Las olas son más grandes que ningún otro día y abren mucho. Incluso cuando entra la serie se conectan las dos secciones. Eso nunca lo habíamos visto. Es la puta ley de Murphy, el día que tenemos que bajar a Kuta es el mejor. La cara de Sergi y la mía son todo un poema. Pero no tenemos más remedio. Jordi llegará hoy por la mañana y tenemos que buscar alojamiento.
Llamamos a nuestro taxista particular “Gran Wyoming” para que nos lleve. Le pedimos que nos lleve al Hotel Arena, ya que es donde estuvimos alojados y no estaba mal. Ahora sólo falta que tengan disponibilidad de habitaciones. Esta vez Gran Wyoming aparece con su hijo de unos tres añitos en brazos. Se lo pone en las rodillas y a dormir mientras conduce por esas carreteras llenas de baches y agujeros.
Llegamos al Hotel Arena en Kuta y reservamos dos habitaciones. Estaremos unos días en Kuta con Jordi y Enric.
Jordi llega sobre las 13:00h. Está cansado del viaje pero no pierde la sonrisa. La emoción y la excitación del momento producen esa extraña sensación de felicidad que puede con todo. Da igual la horas que lleves en el avión, las escalas, los aeropuertos, el cansancio… Lo único que importa en ese momento es que tu cerebro está recibiendo una avalancha de información que produce esa sensación de felicidad y bienestar en tu cuerpo. Miles de imágenes, olores, sonidos, sabores, todos nuevos para nuestros sentidos. Miles de datos que procesamos en milésimas de segundo y que nuestro cerebro no clasifica como trabajo sino como vacaciones. Qué gráfica iban a dibujar esos datos que no fuera la de una sonrisa.
Por la tarde, fuimos a Kuta Beach a hacer surf. Primera toma de contacto para Jordi, mañana ya iremos a Kuta Reef.
Por la noche llegó Enric con esa tranquilidad que le caracteriza “By the way”.
Ya estamos todos! Nuestro aventura en Bali continua. Aun nos queda mucho surf que hacer y mucho por descubrir.11 agosto 2008
Vamos a comprar una tabla de surf para Enric a la tienda de Adi (Papaya Surf Shop) en Poppies Lane 2. Por unos 250€ tienen tablas nuevas de un shaper local. Enric elige una, le ponen el pad y en 2 horas ya estábamos cogiendo el taxi boat para ir a Kuta Reef. Está muy pequeño y lleno de gente, decidimos ir a Midle. Vuelvo a encontrarme con el demonio y la zona cero ¿A ver quien gana esta vez?
Hay poca gente, súper glassy y de tamaño over head. Todos cogemos olas buenísimas. Jordi y Enric están alucinando, es su primer baño oficial en Bali y han tenido condiciones perfectas y fáciles. Pero mi demonio es muy detallista y antes de irme decidió dejarme un recuerdo. En un revolcada toqué el reef con el empeine del pie y me hice una pequeña herida. Es una tontería, pero el reef contiene unas bacterias que en contacto con el agua van comiéndote la piel y con los días hacen de una pequeña herida un buen boquete. Ese boquete me acompañó todo el viaje y a día de hoy tengo una cicatriz en el pie que parece que me hayan apagado un puro habano. Supongo que el Demonio de Midle me cogió tanto cariño que no quería que me olvidara de él. Ahora la marca me parece hasta bonita, ya que hace que me acuerde de Bali.


12 agosto 2008
A las 6.15h Sergi me despierta. Vamos! Midle nos espera de nuevo! Volvemos a tener un buen baño, pero presenciamos un buen susto. De repente, tras una revolcada un chico australiano pide auxilio. Nos acercamos unos cuantos y nos dice que se le ha salido el hombro, parece que no es la primera vez que le pasa ya que estamos más asustados nosotros que él. Estamos a tomar por culo de la playa y nos van cayendo series en la cabeza. Cada ola que nos cae encima hace que nos tengamos que separar para no golpearnos con las tablas entre nosotros. Dos amigos suyos acuden y nos dicen que ya se quedan ellos con él, remontamos poco a poco hasta llegar al pico mientras vemos como les siguen cayendo series encima y se van alejando. Tendrán que remar rodeando las olas para intentar llegar a una zona segura donde les pueda recoger una barca. Ya veis que mi amigo el Demonio de Midle no descansa ni un día. Sin embargo ha sido un muy buen baño sobretodo con la última ola que pillo antes de subir a la barca.
A las 12h tenemos que dejar el hotel y salir hacia Balangan. Enric y yo montamos los boardbags mientras Sergi, Carlota y Jordi se van a buscar un coche de alquiler. Al cabo de un rato Jordi aparece sonriente a manos de un 4x4. El coche no es para tirar cohetes pero era lo único que quedaba y lo mejor de todo es que nos cuesta 2€ al día por persona. No se puede pedir más!
Al llegar a Balangan, Jordi y Enric no parecen muy impresionados. Supongo que les hemos hablado tanto del paraíso y les hemos creado tantas expectativas que ahora que por fin han llegado no es para tanto. También es verdad que ellos han viajado por todo el mundo y seguro que han visto lugares impresionantes, y yo soy el que menos experiencia en viajes transoceánicos tiene. Es decir, el más cateto del grupo. Pero gracias a mi catetismo y a mis pocos puntos Iberia, este lugar me sigue pareciendo el lugar más bonito del mundo.
Dejamos nuestras bolsas y nos vamos todos juntos a hacer surf. Por fin los cinco en el agua! Una puesta de sol preciosa pone la guinda al día. Cenamos y nos vamos a dormir. Esta noche Jordi y Enric dormirán en el chill out al raso, ya que todavía no ha quedado libre su habitación.



Video demostrativo: Enric sabe lavarse la ropa

Video: atardecer musical

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